Ficha técnica:
Título: Los años de peregrinaje del chico sin color.
Autor: Haruki Murakami.
Año: 2013.
Género: Ficción.
Cantidad de páginas: 230.
Editorial: TusQuets.
Sinopsis:
Cuando Tsukuru Tazaki era adolescente, se sentaba durante horas en las estaciones para ver pasar los trenes. Ahora, con treinta y seis años, es un ingeniero que diseña y construye estaciones de ferrocarril y que lleva una vida tranquila, tal vez demasiado solitaria. Cuando conoce a Sara, una mujer por la que se siente atraído, empieza a plantearse cuestiones que creía definitivamente zanjadas. Entre otras, un traumático episodio de su juventud: cuando iba a la universidad, el que fue su grupo de amigos desde la adolescencia cortó bruscamente, sin dar explicaciones, toda relación con él, y la experiencia fue tan dolorosa que Tsukuru incluso acarició la idea del suicidio. Ahora, dieciséis años después, quizá logre averiguar qué sucedió exactamente. Ecos del pasado y del presente, pianistas capaces de predecir la muerte y de ver el color de las personas, manos de seis dedos, sueños perturbadores, muchachas frágiles y muertes que suscitan interrogantes componen el paisaje, pautado por las notas de Los años de peregrinación de Liszt, por el que Tsukuru viajará en busca de sentimientos largo tiempo ocultos. Decididamente, le ha llegado la hora de subirse a un tren.
Opinión personal:
El pasado y presente de Tsukuru Tazaki se entrelaza en una historia totalmente cautivadora.
En la época de instituto, Tsukuru formaba parte de una pandilla de amigos con una fuerte unidad, casi inquebrantable. Sus amigos Aka (rojo), Ao (azul), Shiro (blanco), y Kuro (negro) compartían una química en que cada uno formaba parte esencial del grupo. Aún cuando habían dos chicas en la pandilla muy atractivas, nunca surgieron discordias. En cambio él, no representaba ningún color en su nombre. Siempre tuvo la certeza de estar vacío, sin vida, sin color.
Un día, sin dar explicaciones, se alejaron de él. A partir de allí, Tsukuru Tazaki entró en una etapa depresiva. No se suicidó porque consideraba que hacerlo no encajaba con su personalidad. Su hubiera podido cruzar una puerta y morir, lo hubiera hecho.
Ya de adulto, aquel niño que se sentaba en las estaciones a mirar los trenes, se convirtió en un ingeniero que construye estaciones de trenes. En esa época, conoce a Sara, una mujer que ha comprendido su forma de ser, y que lo alienta a solucionar su pasado. Porque se da cuenta que mientras hacen el amor, no es el verdadero Tsukuru Tazaki. Es una persona atormentada y con una herida abierta y sangrante. Entonces Tsukuru emprende un viaje para buscar las respuestas sobre la actitud de sus amigos dieciséis años después.
Este libro me generó muchas emociones encontradas. Murakami supo plasmar perfectamente la vida de Tsukuru en un poco más de trescientas páginas. La soledad palpable y la realidad de un hombre que tuvo que salir de Nagoya, dejar todo atrás, e irse a estudiar a Tokio. Una ciudad de proporciones enormes comparada con su natal Nagoya.
Los que han leído a Murakami, están acostumbrados a disfrutar de su trama, y terminar un poco perplejos de sus finales. En este caso, me enojé mucho al principio. Pero me costó una noche pensar en la estructura de la novela, y en cómo fue escrita, para sacar varias conclusiones, que no diré por no spoilear. Hay que tener en cuenta que esta novela iba a ser un relato, y que Murakami tuvo que enfrentarse a que la historia y su personaje, necesitaban ese viaje (tan común en sus obras, los viajes para buscar respuestas afuera, y encontrarlas en sí mismos).
Calificación:
4/5 |
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