Operación Masacre - Rodolfo Walsh

Ficha técnica

Título: Operación Masacre
Autor: Rodolfo Walsh
Año: 1972 (Primera publicación: 1957)
Género: Crónica negra.
Cantidad de páginas: 213.
Editorial: Ediciones de la Flor.
SinopsisEl 9 de junio de 1956 los generales Tanco y Valle se sublevaron contra el gobierno de facto que había destituido a Perón en septiembre de 1955. El levantamiento fue reprimido brutal e ilegalmente. Hubo muchos muertos, de los cuales sólo siete cayeron en acción. En los basurales de José León Suárez, un grupo de civiles -algunos de ellos relacionados vagamente con la conspiración; el resto, ajeno por completo a ella- fueron masacrados antes incluso de que fuera dictada la ley marcial. Unos pocos lograron escapar de la muerte, a duras penas. En 1957, Rodolfo Walsh emprendió la investigación de estos hechos, cuyos resultados publicó en forma de notas en el diario "Mayoría" y, poco después, como libro.

"Operación Masacre", una de las primeras novelas de "no ficción" escritas en castellano, se anticipó en nueve años al New Journalism, es decir, la aplicación de procedimientos propios del género novela al relato de hechos verdaderos.
 


Opinión personal:

Es que uno llega a creer en las novelas policiales que ha leído o escrito, y piensa que una historia así, con un muerto que habla, se la van a pelear en las redacciones, piensa que está corriendo una carrera contra el tiempo, que en cualquier momento un diario grande va a mandar una docena de reporteros y fotógrafos como en las películas. En cambio se encuentra con un multitudinario esquive de bulto.

Rodolfo Walsh, con Operación Masacre, inaugura el true crime, o crónica negra en español, más allá de que muchos piensen que el verdadero pionero es Truman Capote. Tengamos en cuenta que este libro salió un año después de los hechos narrados, y antes había sido publicado en partes, en revistas y por entregas, de forma clandestina. En cambio A sangre Fría, de Capote, fue publicado en 1965.

El 28 de diciembre (1956) se me ocurrió revisar todos los diarios del motín (…). Así había empezado el interminable y poco kafkiano proceso, en el que alternativamente me faltaba o me sobraba un cadáver o un sobreviviente…

El libro trata sobre la investigación que hace Walsh sobre la denuncia que presenta Juan Carlos Livraga, en el contexto de la revolución peronista que se intentó levantar el 9 de Junio de 1956 contra el gobierno de facto, que los había destituido en 1955. El gobierno opositor, en respuesta, decreta la ley marcial que da poder a cualquier funcionario del orden a aplicar pena de muerte a todo aquel que “perturbe la tranquilidad pública”.
Así de ambiguo fue aquel decreto. Un decreto inspirado por la doctrina en seguridad nacional y promovido por EEUU. La doctrina se adoptó en latinoamerica en las dictaduras venideras, y consistían en reprimir todo pensamiento comunista que apoyara en la guerra fría a esa opción política, violando los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas.
Aquella noche, policías armados entraron en una casa de Florida donde algunas personas reunidas escuchaban una pelea de boxeo, suponiendo que eran parte de la revolución liderada por Juan José Valle en contra de la dictadura de Aramburu. Unos pocos estaban al tanto de la revolución que se levantaba en La Plata, y otros solo tuvieron la mala suerte de tocar la puerta equivocada. Así pues, al grito de ¿Dónde está Tanco? Se llevan a doce detenidos, conduciéndolos a un basural descampado en José León Suárez, y son fusilados.
Sin embargo, algunos de los que previeron este desenlace en el camino, lograron escapar. Juan Carlos Livraga fue uno de ellos, aunque se llevara consigo una herida de bala que le atravesó la mandíbula. Luego de sufrir vejaciones y torturas de todo tipo en la cárcel, vuelve al mundo. Y se presenta ante el juez. Un fusilado y muerto que se presenta ante un juez.
Aquel secuestro ocurrió media hora antes (aprox 23:30 del 9 de Junio) de que se decretara la ley marcial (después de la medianoche del 10 de junio), por lo tanto, cuando fueron detenidos, no cometían ningún delito:

Que los detenidos de Florida fueron penados, y con la muerte, y sin juicio, y arrancándolos a los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa, y en virtud de una ley posterior al hecho de la causa, y hasta sin hecho y sin causa.

Las cinco personas asesinadas fueron Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Carlos Alberto Lizaso, Mario Brión y Vicente Damían Rodríguez. Los siete sobrevivientes fueron Reinaldo Benavidez, Rogelio Díaz, Horacio Di Chiano, Norberto Gavino, Miguel Ángel Giunta, Juan Carlos Livraga y Julio Troxler.
Walsh, a pesar de que dispone de pruebas incriminatorias contra el gobierno de ese entonces, es un hombre sin partido político. Es un hombre que se ha hecho “peronista a la fuerza”, según dice. A raíz de los hechos que vivió, porque considera tan atroces los crímenes cometidos tanto de un bando como del otro en el contexto de la lucha de clases de siempre, pero a diferencia de la clase obrera que la juzga un juez civil, del otro lado son juzgados por sus propios compañeros y sus cómplices de crímenes.

Lo que más lamento es que el señor juez haya perdido una oportunidad casi única para ilustrar y educar a la gente, lo que también está dentro de sus funciones. El señor juez pudo entonces explicar que el terrorismo no es algo que nace por generación espontánea. Pudo explicar que la actitud del terrorista de abajo que coloca una bomba es la respuesta al terrorismo de arriba que aplica la picana. Pudo explicar que la bomba que mata a un inocente no se diferencia gran cosa de la descarga del pelotón que mata a otro inocente.

No hace falta ahondar más en los hechos, que gracias a Walsh fueron puestos a la luz, desmintiendo la versión oficial del gobierno de facto, y poniendo en evidencia todos sus métodos, y muchos de sus muertos.
El punto culminante, tal vez, de esta historia, sea la Carta abierta de un escritor a la junta militar. En ella Walsh denunciaba la persecución militar, la censura periodística, las violaciones a los derechos humanos, la injusticia y la corrupción que corroían aquella junta militar. Y todos los delitos que fue recabando durante su investigación del caso.
La carta la envió por correo y está fechada el 24 de Marzo de 1977.
El 25 de Marzo de ese mismo año, Rodolfo Walsh fue secuestrado por “Un grupo de tareas” y desde entonces, permanece desaparecido.

Espero que no se me critique por creer en un libro —aunque sea escrito por mí— cuando son tantos más los que creen en las metralletas.

El caso quedó impune, y la junta decidió que los funcionarios de las fuerzas no habían cometido delito alguno.

Un libro estremecedor, que además de revivir los horrores de una dictadura argentina atroz, es historia pura. Las páginas que se adjuntan al final, referidas a la carta abierta, fueron el causante de la vergüenza de toda una junta militar, y la causa del secuestro a un escritor.

By: Sr R.

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