Rayuela - Julio Cortázar

Ficha técnica:

Título: 
Rayuela.
Autor: Julio Cortázar.
Año: Edición conmemorativa de la RAE 2019. (Primera publicación 1963)
Género: Narrativa.
Cantidad de páginas: 1026.
Editorial: Alfaguara.
Sinopsis:
El amor turbulento de Oliveira y La Maga, los amigos del Club de la Serpiente, las caminatas por París en busca del cielo y el infierno tienen su contracara en la aventura simétrica de Oliveira, Talita y Traveler en un Buenos Aires teñido por el recuerdo. La aparición de Rayuela en 1963 fue una verdadaera revolución dentro de la novelística en lengua castellana: por primera vez, un escritor llevaba hasta las últimas consecuencias la voluntad de transgedir el orden tradicional de una historia y el lenguaje para contarla. El resultado es este libro único, abierto a múltiples lecturas, lleno de humor, de riesgo y de una originalidad sin precedentes.

Opinión personal:

“En guerra con la palabra, en guerra, todo lo que sea necesario aunque haya que renunciar a la inteligencia, quedarse en el mero pedido de papas fritas y los telegramas Reuter, en las cartas de mi pobre hermano y los diálogos del cine.”


Cortázar comenzó esta novela por la mitad, por el capítulo 21; un monólogo interno exquisito y filosófico, aunque no esté hablando con él mismo. 



—No, viejo. Eso se hace del otro lado del mar, que no conocés. Hace rato que no me acuesto con las palabras. Las sigo usando, como vos y como todos, pero las cepillo muchísimo antes de ponérmelas.



Y eso es esta novela: una obra perfecta. Una obra que constantemente busca lo absoluto de la vida; Un idioma nuevo para intentar definir la pasión con el ritmo de la puntuación, como el Gíglico que inventa La Maga. Dos pares de personajes espejos, uno en Buenos Aires y otro en París, como Horacio y La Maga, en contraposición de Talita y Traveler. También es un libro infinito, que es posible leer de forma clásica o utilizando el "tablero de dirección" que nos plantea Cortázar. El mensaje explícito del lenguaje, de la búsqueda constante de la palabra, y la naturaleza de este, en dónde no es posible abarcar una exacta, sin recurrir a otros lenguajes como lo hace el autor con el Francés y el Inglés.

Cortázar siempre ha estado al borde, como en aquella escena del puente. Desde la mirada de un Horacio Oliveira en el umbral de una ventana, viendo como Talita y Traveler intentaban alcanzarle un paquete de clavos y yerba... con Talita en el medio.
En el borde de un exilio de un hombre que no se siente parte del mundo al cual pertenece, en el borde de un amor desenfrenado aunque inconcluso, en el borde del suicidio. Allí nace Rayuela. Si las grandes obras pueden nacer de un sueño, este es el ejemplo. En el medio de una dictadura argentina, Cortázar es exiliado y vive en Francia. Dónde un día sueña que abre los postigos de la ventana de su cuarto, y éste da a Buenos Aires. Así, como en un sueño, el autor nos propone ir saltando por su "tablero de dirección" viajando de Francia a Buenos Aires y viceversa. En medio de estos saltos, aparece un personaje peculiar. Un tal Morelli, que viene a ser algo así como el álter ego de Cortázar, un hombre que se declara el autor de la novela que estamos leyendo y nos explica el proceso de creación de Rayuela.
La Maga es increíble, y es esa clase de persona que es capaz de enamorar con su forma de ver el mundo. Parece ignorante pero salta a la vista que es mucho más profunda en sus reflexiones que Horacio. Las circunstancias de su vida no son fáciles, pero se las arregla para ser enigmática y justa.
Casi sin darnos cuenta leemos una historia que tiene tantos saltos de espacio, y que a la vez están tan conectados, que es imposible no sonreír al pensar como ha sido concebida: En el suelo de una casa con los capítulos desperdigados, conectando unos con otros y caminando entre ellos.
Es una crítica pura, dirigida a las penurias del exiliado de América Latina de aquellos años. No lo dice abiertamente, pero sus metáforas rompen con todo lo establecido, y cuenta con un humor que es digno de un maestro. No sé si existe el libro perfecto, pero si existe, se llama Rayuela.


Por lo que me toca, me pregunto si alguna vez conseguiré hacer sentir que el verdadero y único personaje que me interesa es el lector, en la medida en que algo de lo que escribo debería contribuir a mutarlo, a desplazarlo, a extrañarlo, a enajenarlo.



Oliveira y la Maga, Traveler y Talita. Es un cuarteto entrañable al que los diálogos siempre les caen bien. Sea hablando de Gardel, del Jazz o de literatura. Las discusiones del club de la Serpiente en el que ponían de foco a Morelli en tantas ocasiones son una belleza.

A partir del juego de la Rayuela, y mostrando escenas cotidianas aunque absurdas, entramos a un mundo de risa, de caos, de incertidumbre, de la vida misma y de la literatura encerrada en su propio universo inmutable, en el que los convencionalismos literarios no pudieron influir en la inmortalidad de Rayuela. Y dónde más allá de su muerte, Julio Cortázar nos sigue haciendo jugar su juego.

Calificación:


5/5



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