París no se acaba nunca-Enrique Vila-Matas.


 Ficha técnica

Título: París no se acaba nunca.

Autor: Enrique Vila-Matas.

Año: 2013.

Género: Metaliteratura, ficción, autobiografía.

Cantidad de páginas: 264.

Editorial: Seix Barral.

Sinopsis: Ser joven en París en los años setenta y escribir una primera novela en una buhardilla alquilada a Marguerite Duras en la rue Saint-Benoît es un aprendizaje tan literario que parece inventado. Volver décadas después y retratar a un aprendiz de escritor en un permanente estado de desesperación impostada que imita a sus ídolos literarios en los cafés convierte a esta novela iniciática en un homenaje a la desilusión y la esperanza de los años de juventud.

El joven Enrique Vila-Matas pasea por el barrio de Saint-Germain-des-Prés fingiendo ser un escritor maldito, espía la vida de bohemia de sus amigos artistas y escucha desconcertado los consejos de su casera en un francés superior que no entiende, mientras se despide de la poesía y de la felicidad de la escritura imaginaria.

Enrique Vila-Matas incorpora un bellísimo prólogo a una de sus novelas más divertidas cuando se cumplen diez años de su publicación. El relato autobiográfico de sus primeros pasos literarios nos invita a adentrarnos en uno de innumerables pasajes parisinos como quien entra, con la elegancia y la naturalidad de su prosa más irónica, en la vida de un escritor que no se acaba nunca.


Opinión personal:

¡Feliz Navidad lectores! Hoy traemos mini reseña de viernes, porque el arte no descansa ni en días festivos.

«Me verán a veces improvisar. Como ahora mismo en que, antes de pasar a leerles mi revisión irónica de mis dos años de juventud en París, me siento impulsado a decirles que sé perfectamente que la ironía juega con fuego y que, al burlar a los demás, a veces acaba burlándose a sí misma.»

Así comienza un Vila Matas sentado frente a un auditorio lleno de estudiantes en Barcelona. Un simposio sobre la ironía, y al mismo tiempo un homenaje a Marguerite Duras, a sus años en París, a su amigo Raúl Escari. Y por supuesto, a Ernst Hemingway.

Raúl le pregunta en una de sus llamadas: «¿Y hablas todo el rato de mí?» «Bueno, sí. Pero sobre todo de la ironía, de París, de Hemingway, de Marguerite Duras, y de cómo escribí mi primer libro»

A partir de allí es todo una fiesta, una desesperada fiesta en la que un joven busca el éxito en París, pero un joven muy tímido y bajo la sombra de su casera, una Marguerite Duras que ya ha estrenado películas y es una autora muy conocida. 

El joven Vila Matas quiere ser como su ídolo Hemingway, e incluso cree que se parece físicamente a él. Con el tiempo, esa idolatría va quedando de lado, y el joven escritor busca terminar de escribir su primera novela que va a los tropezones. Con La asesina ilustrada pretende matar a todo lector que lea su obra, y así se lo dice a Duras, un poco cohibido ante semejante idea.

A medida que avanza la historia, vemos los procesos del autor por concebir aquella novela, por encontrar su identidad como escritor y al mismo tiempo como persona.

La ficción de un París medio revolucionado, se entremezcla con la autobiografía. Sus recuerdos y su ironía reflota la verdad de lo que fue, y la humildad de lo que es. Nos presenta de frente a autores increíbles, que se mezclan en una red de citas, reflexiones, y situaciones en las que se ríe de si mismo. A pesar de ser un hombre privilegiado económicamente, se nos planta delante y nos abre las puertas de la élite literaria, intentando alzarnos hacia el maravilloso mundo de la literatura.

Si aman la literatura y los autores clásicos, si son escritores en ciernes buscando su identidad, o si sólo quieren leer algo increíblemente bueno, lean a Enrique Vila-Matas.


By: Gera.

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